Tal vez todo lo que hoy nos preocupa y nos parece difícil e incierto con el tiempo se minimiza y nos damos cuenta que nos ayudó a crecer y a ser mejores cada día… nos empeñamos en vivir amargándonos o preocupándonos por el día a día, por el que dirán, por el mañana que es un futuro incierto.
Momentos de prosperidad, de bonanzas, de alegrías, otros de incertidumbre, malos ratos y preocupación. A veces nos pasa que de pronto cuando creemos tener todo en la vida alguien o algo derrumba nuestro castillo, nuestro imperio… y allí estamos nosotros... Nos sentimos derrumbados, aplastados y sin ánimos de seguir adelante e incluso nos volvemos tan pesimistas que aunque la salida este allí no lograremos verla.
A veces llenos de miedo, otras a la espera de que todo sea una pesadilla y tarde o temprano despertemos. Pero muy en el fondo tenemos esa voz interior que nos anima a no perder la esperanza y creer que todo saldrá bien. De pronto al mirar alrededor siempre tenemos algo que nos dice que podemos resurgir.
De todo debemos aprender… Aún cuando nos encontremos mirando con temor nuestro futuro, llenemos nuestro corazón y nuestra vida con un fuerte deseo de seguir, no debemos detenernos en el camino por nada del mundo a menos que sea para reflexionar acerca de lo que estamos haciendo, pero si es para retroceder no debemos detenernos, de nada nos servirá mirar atrás y lamentarnos por lo que pudo ser y no fue.
He conocido personas que viven atadas y dependen de un pasado, no puedo comprender como no son capaces de amarse a si mismas, a las personas que están a su alrededor y dignarse a luchar, avanzar sin temores y confiando que todo estará bien. Nosotros no podemos permitir que nada ni nadie nos desaliente. Somos nosotros los únicos que podemos elegir: Bajar los brazos ó seguir peleando.
La vida no es fácil a veces… Pasamos por pruebas difíciles, pero siempre debe existir en cada uno de nosotros la fuerza necesaria que nos permita levantarnos y seguir caminando. No sean traumáticos y frustrados, anímate a luchar por ti mismo y más adelante veras que valió la pena, esta en tus manos quedarte en el charco o levantarte y seguir adelante.
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