Hablando claro, hay etapas en la vida que se nos presenta alguna circunstancia que nos hace cuestionar todo, que típicamente nos mueve el piso y nos lleva hacer un cambio; esto puede suceder estando solos, quizás al estar rodeado de mucha gente o simplemente estando con tu pareja.
Hoy les pregunto: ¿Realmente conoces a la persona que amas, a quien besas, con quien duermes, a quien le has entregado lo mas intimo de tu ser? ¿De verdad lo sabes? Hay muchas personas que se dejan llevar por un estúpido síntoma de “enamoramiento” y se ciegan tanto que son capaz de entregarle el corazón al mismo diablo, ¡QUE ESTÚPIDOS! muchas veces lo que está a simple vista no necesita anteojos, pero cuando se incluyen los sentimientos y emociones, nos volvemos como “El ciego que no quiere ver”. ¿Les ha ocurrido que una vez pasado el tiempo, se dan cuenta que “esa” persona no era lo que en realidad decía ser?
¿Qué escondes tú detrás de esos ojos tiernos, detrás de tu piel morena y tu dulce sonrisa? Son inmensas mis ganas de querer verte por dentro… Solo unos segundos fueron suficientes para intentar describirte, encontrarte, conocerte. Están tan cerca y a la vez tan distante, solo unos cuantos pasos nos separan pero parece que tuviera que cruzar el atlántico para alcanzarte, para abrazarte y decirte algunas cosas que me confunden aún más.
Se necesita poco tiempo para que una persona se gane tu respeto y tu cariño, y querer tenerlos en nuestras vidas e involucrarlos. Pero debemos tener cuidado a quien se lo permitimos, porque luego podemos salir lastimados y seremos nosotros mismos los responsables de eso. Si bien es cierto que en mi vida aun hay personas que no sé qué es lo que me dicen con tus miradas, aun no sé qué es lo que ocultan en ese corazón fuerte, intento indagar más acerca de ellos y no les permitiré la entrada a mi vida hasta que no sean capaz de quitarse la mascará y mostrarse tal cual son.
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