Muchos me preguntan: ¿En qué parte del mundo
estas? Ahhahaha, como si me la pasara viajando a cada rato… Bueno les cuento,
aunque soy Italiano, hoy me siento más Venezolano que nunca, a fin de cuenta
fue el país que me dio todo lo que no tenía, eso que quizás Florencia nunca me
hubiera dado, Venezuela me enseño a ver el mundo de una forma diferente, más
sensual, con alegría, abundancia, pasión, diversión cosa típica de un
Venezolano, amo la idiosincrasia del Venezolano sin dejar a un lado mis raíces Italianas.
Hoy soy un venezolano en el extranjero, no
por placer sino por necesidad, es por eso que me duele tanto el hecho de ver
como el país que lo tenía todo, que recibió a millones de inmigrantes de muchos
países del mundo, que se iban huyendo de las guerras, violencia, dictaduras,
crisis económicas y humanitarias, quien abrió las puertas para recibirnos como
sus hijos, hoy vuelve abrir las puertas para hacernos marchar de ella.
Venezuela tiene nombre de mujer, y hoy día es una mujer golpeada, maltratada,
humillada, deprimida, me da pesar ver el rostro de amigos sin esa luz, sin ese
brillo en los ojos que irradiaba felicidad.
Es increíble como el mundo entero tiene los
ojos puestos en Venezuela y esto de nada sirve, es increíble ver como muchos
son cómplices del desastre económico, político y social por el cual atraviesa
el país, y solo porque reciben migajas del gobierno de turno.
¿Qué Venezuela se cubanizó?, es posible, pero
les podría decir que Cuba quizás esta mejor que Venezuela ya que en cuba vemos
el hambre y la pobreza, pero no la delincuencia, violencia y asesinatos
desenfrenados como se ven en mi país. Mirar a Venezuela desde el exterior es
vivir un doble duelo, es incómodo y doloroso cuando voy al supermercado y al
mencionar cualquier palabra cualquier persona me pregunta ¿venezolano? No sabes
si responder si o no, y no precisamente porque te de vergüenza sino porque tienes
que prepararte para escuchar “Es duro lo que está pasando en Venezuela, está la
cagada allá, es verdad que no tienen qué comer, que hacen colas, que…” te
quedas atónito y sin palabras, quieres desaparecer porque TU PAIS TE DUELE, y
es una realidad donde deben pasar muchos años para volver a esa Venezuela de
encantos, alegre, potente y maravillosa.
Espero volver a ti mi bella patria, besar tus
calles, oler tu risa, lanzarme en tus aguas, cabalgar tus llanos, abrigarme en
tu roció de la mañana, comer esos sancochos un domingo de resaca, rellenar las
arepas con cochino frito, comerme tus reinas pepiadas y peluas, hacerlo sin
temor, sin violencia, sin hambre. Aguanta mi pequeña Venezia, algún día saldrás
de esta y te volverás a enamorar de quienes te decepcionamos.